Escucha Activa
Y cómo no, yo a la de ellos, ya que en la mayoría de los casos, ha trascendido de la parte profesional, para convertirse también, en una gran amistad.
Eso sí, sin olvidar “Nunca de los Jamases” que, el negocio es el negocio y el respeto a esta palabra es fundamental; junto con la consecución de los objetivos, si se quiere mantener una estabilidad: Cliente/Amigo.
Y de aquí me viene esta reflexión, de todas estas experiencias con el titulo que quiero volver a recalcar:
"Todo lo que aprendí y gané cuando empecé a escuchar a los clientes"
Quiero hacer un apunte, para cuando empiece con la reflexión, y que quede todo más o menos claro, cuando uno empieza a recorrer el mundo de la venta y relación con el cliente, y aún teniendo un poco de experiencia, lo que menos se hace es escuchar las necesidades del cliente, ya que uno va con sus objetivos en la cabeza y las prisas por cumplirlos y, no nos paramos a pensar nada más que en nosotros mismos. ¿Somos egoístas? no, pero cuando uno trabaja con objetivos se olvida de los demás y va a lo suyo y sobre todo si el tiempo apremia, para cumplir los objetivos, pues.... y aquí lo dejo.
Y una vez dicho esto, que también puede valer para otra pequeña reflexión, creo que le toca a la Gran Reflexión, ya que pienso, que si el título te ha atraído hasta mi página, que menos que empezar ya con el meollo de la cuestión.
En una vida cada vez más rápida, en la que hoy estas aquí y mañana no lo sabes, nuestro comportamiento hacia los demás (por esas prisas) es cada vez más el de no escuchar o no prestar mucha atención a nuestro interlocutor, casi sin darnos cuenta entramos a vivir en lo que yo un día, viendo los Simpsons y más concretamente a Homer, asocie su comportamiento y le puse el nombre de “Efecto Homer” y que no es otra cosa qué: mientras nos están hablando, ponemos cara de atención y en nuestra linda cabecita solo hay ruido, de tantas cosas que creemos que son más importantes, que lo que nos están contando en este momento (EGO) por lo que una vez se termina la conversación (por la llamarla de alguna manera) uno se va creyéndose escuchado y el otro, se va sin más, sin apenas recordad de que iba la cosa.
Yo una vez que deje de tener el EGO por encima de mi, y empecé a retirarlo y ha alejarlo de mi vida, empecé con un cambio que, podríamos decir fue un punto de inflexión en mi profesión, el cuál a partir de ese día, me llevó a conseguir más éxitos y sobre todo, a conocer más y mejor a mis clientes, de alguna manera deje de vender y empezaron a comprarme, ya no era un vendedor, me convertí en un Asesor o, como a veces digo entre amigos en un Solucionador, qué pasó?..... Pues nada del otro mundo: solo que aprendí a escuchar y como os digo, yo y mi entorno se revolucionaron y todo se hizo más fácil.
"No vendas, Asesora"
Ahora que estoy escribiendo esta vivencia, me da una sensación de verla así de fácil y más como os digo, sin la imparcialidad que pueda tener, ya que ahora “SÉ” un poco más, pero con la vista atrás, cuando yo decidí que mi pasión era la de asesorar a mis clientes en su día a día, solo sabia eso, que quería, pero no sabia, ni tan siquiera era algo que se estudiaba, el único aprendizaje que podía tener, fue el de atender detrás de un mostrador en un negocio familiar, que fue lo que hizo despertar la llama dentro de mi.
Y como mientras escribo, sigo echando la vista atrás, me viene un pensamiento que tengo ahí, y que también me hizo darme cuenta de esto, y es que, cuando pasó un tiempo detrás de ese mostrador, no me acuerdo cuánto>>, los clientes me sonreían nada más entrar por la puerta y me decían: “JuanCa me puedes arreglar esto…. o tengo este problema, me lo podrías solucionar….” (me sonrío, mientras escribo) y el JuanCa se “buscaba la vida” y se ponía a solucionar.
Muchos años han pasado desde entonces y ahora puedo decir que: a base de tesón y de saber escuchar, con la única intención de conocer a las personas y de ayudar, puedo decir que: he aprendido muchísimo de las ilusiones y metas de mis clientes, de sus miedos, de sus sentimientos y en definitiva a SER MÁS HUMANO dentro de lo que se podría denominar “La Calle Más Salvaje”, seguro que habréis escuchado: “o comes o te comen”.
"No busques Carencias, detecta Necesidades"
Y a tí, que lees este artículo no puedes olvidar: que la palabra CLIENTE es una manera de segmentar a una persona que contrata bienes y servicios, pero si sabes ver más allá, verás lo que veo yo en cada visita: PERSONAS que tienen necesidades y que no quieren que se les venda nada, que no vayan a necesitar o que les creen problemas, ya que ya tienen bastante con los suyos.
Esto es lo que yo aprendí y ahora, ¿qué es lo que gané? Pues cómo decía al principio: AMIGOS, RESPETO, UNA PROFESIÓN, CONFIANZA, ILUSIÓN…. y algo muy importante, el saber que tengo una MISIÓN que se define en una frase y dice así:
“Dime en qué te PUEDO AYUDAR”
Y bueno hasta aquí, esta reflexión o mini reflexiones de la reflexión, que con el título que he elegido, la única intención intrínseca es la de “En qué te puedo AYUDAR yo” con mi experiencia.
Siempre estaré agradecido y nunca dejaré de estarlo, a todas aquellas personas que una vez me abrieron las puertas de su vida y de su negocio para que yo entrara cómo uno más.